Esto nos impulsa a seguir esforzándonos para crear cocinas, termococinas, estufas y termoestufas de leña cada vez más ecológicas. Por eso, podemos afirmar que al elegir un producto Rizzoli está contribuyendo a mantener inalterado el delicado equilibrio ambiental de nuestro planeta.
Los rigurosos ensayos de laboratorio llevados a cabo en institutos internacionales avalan el óptimo funcionamiento de toda la gama, que se caracteriza por sus altas prestaciones y bajas emisiones de partículas. Cada uno de estos modelos es merecedor de la hoja verde de Rizzoli, que simboliza el reducido impacto ambiental de nuestros productos. Además, cabe destacar que la leña sigue siendo el combustible más respetuoso con el medio ambiente y con nuestro frágil planeta. Los productos de leña Rizzoli ofrecen una alternativa renovable, económica y local.
La leña es una fuente de energía renovable y neutra porque no contribuye a aumentar la cantidad de CO2 presente en la atmósfera. De hecho, se ha determinado que la leña libera la mismas sustancias durante la combustión que cuando se degrada de forma natural en la naturaleza.
El uso de leña también supone un ahorro. En la mayoría de los casos, la leña sigue siendo el combustible más económico del mercado.
Es un recurso que casi siempre está disponible a nivel local, lo que ofrece evidentes ventajas desde el punto de vista del coste del transporte, la distribución y el impacto ambiental.
Rizzoli sigue creyendo firmemente en esta filosofía, hasta tal punto que centra su investigación en productos que se basan única y exclusivamente en el consumo de leña. La consecuencia natural de este empeño es que todos los productos Rizzoli respetan el medio ambiente obteniendo la certificación de los organismos internacionales más importantes.
Para concienciar a los clientes, con cada cocina de leña Rizzoli suministra un práctico folleto que contiene 10 reglas ecológicas para utilizar el producto de forma óptima y responsable, evitando dañar el mismo y el medio ambiente.
